La carne de conejo goza de un apreciado sabor y se presta a múltiples preparaciones. Se puede elaborar al horno, guisado, estofado, frito o a la parrilla. Cocinado de una u otra forma el conejo admite guarniciones muy variadas -verduras, hortalizas...-, incluso él mismo puede formar parte del acompañamiento de otros platos como puede ser una menestra de verduras, un guiso de patatas, de arroz o de legumbres.